lunes, 28 de agosto de 2017

[Culminación del Dolor]


Oigo incluso cómo ríen
Las montañas
Arriba y abajo de sus azules laderas
Y abajo en el agua
Los peces lloran
Y toda el agua
Son sus lágrimas.
Oigo el agua
Las noches que consumo bebiendo
Y la tristeza se hace tan grande
Que la oigo en mi reloj
Se vuelve pomos en la cómoda
Se vuelve papel sobre el suelo
Se vuelve calzador
Ticket de la lavandería
Se vuelve
Humo de cigarrillo
Escalando un templo de oscuras enredaderas.

Poco importa

Poco amor
O poca vida
No es tan malo
Lo que cuenta
Es observar las paredes
Yo nací para eso

Nací para robar rosas de las avenidas de la muerte.

- Charles Bukowski.

miércoles, 23 de agosto de 2017

Diente de León


La ilusión
Sutil
De sobrevivir
A esta espera
Es volátil,
Pasajera,
Como el fuego de un candil;

Como el triste sentimiento
De vivir para morir;

Como un diente de león
Que se esparce con el viento
Y que aguarda resignado
Su destino,
Estacionado
A la vera del camino
Que marcamos
Con la sombra imperecedera
Que precede nuestros pasos
Y que vela por el rastro
Que seguimos
Silenciosos;

Ilusión endeble,
Inestable,
Liviana
Y lejana
Cual la estela
De un cometa
Que ha cumplido ya el deseo
Formulado por los ojos
Temblorosos
De un viajero desolado
Que desconsolado 
Llora
Y ruega por reposo
 En su jornada agotadora.


- Elohim Flores.

domingo, 13 de agosto de 2017

Canario


Hay un canario
Sobre las ramas verdes
De un gran sauce

Que se extiende
Cerca de un riachuelo
De color cielo.

Las hojas danzan
Y el aire las mece
Sobre el cauce.

Canta el agua
Con su murmullo azul
De inundación. 

Silba el viento
Y trina el canario
Con gran emoción.

Plumas doradas
Ingenuamente suaves
Lucen sus alas.

Como el ave
Con sus haces brillantes
Reluce el sol.

Vibran el aire,
El canario, el sauce,
Y mi corazón.

- Elohim Flores.

sábado, 12 de agosto de 2017

[Glosa]


No sé si me olvidarás,
ni si es amor este miedo;
yo sólo sé que te vas,
yo sólo sé que me quedo.

- Andrés Eloy Blanco.


1

Como la espuma sutil
con que el mar muere deshecho,
cuando roto el verde pecho
se desangra en el cantil,
no servido, sí servil,
sirvo a tu orgullo no más,
y aunque la muerte me das,
ya me ganes o me pierdas,
sin saber que me recuerdas
no sé si me olvidarás.


2

Flor que sólo una mañana
duraste en mi huerto amado,
del sol herido y quemado
tu cuello de porcelana:
Quiso en vano mi ansia vana
taparte el sol con un dedo;
hoy así a la angustia cedo
y al miedo, la frente mustia...
No sé si es odio esta angustia,
ni si es amor este miedo.


3

¡Qué largo camino anduve
para llegar hasta ti,
y qué remota te vi
cuando junto a mí te tuve!
Estrella, celaje, nube,
ave de pluma fugaz,
ahora que estoy donde estás,
te deshaces, sombra helada:
Ya no quiero saber nada;
yo sólo sé que te vas.


4

¡Adiós! En la noche inmensa
y en alas del viento blando,
veré tu barca bogando,
la vela impoluta y tensa.
Herida el alma y suspensa
te seguiré, si es que puedo;
y aunque iluso me concedo
la esperanza de alcanzarte,
ante esa vela que parte,
yo sólo sé que me quedo.

- Nicolás Guillén.