miércoles, 30 de septiembre de 2020

[Cerrar Podrá mis Ojos la Postrera...]

Cerrar podrá mis ojos la postrera
sombra, que me llevaré el blanco día;
y podrá desatar esta alma mía
hora, a su afán ansioso linsojera;


mas no de esotra parte en la ribera
dejará la memoria en donde ardía;
nadar sabe mi llama la agua fría,
y perder el respeto a ley severa:

 

Alma a quien todo un Dios prisión ha sido,
venas que humor a tanto fuego han dado,
medulas que han gloriosamente ardido,


su cuerpo dejarán, no su cuidado;
serán ceniza, mas tendrán sentido.
Polvo serán, mas polvo enamorado.

 

- Francisco De Quevedo.

sábado, 26 de septiembre de 2020

Esmeralda

 Eres un retoño en el otoño,

Eres el musgo que las rocas aterciopela,

La madreselva que por sus hijos se desvela.

Eres un esqueje que con brusca

Pretensión reverdece entre las zarzas,

Tú eres la sangre de la vida,

Tú eres el brote tierno, eres el oro

De la madre tierra y su alma augusta.

 

Eres la esperanza del que busca

Un ignoto y ancestral tesoro

Sea poco o mucho cuanto valga.

 

Eres la mirada verde que despide al quejumbroso

Velero ingenuo que en angustia zarpa,

Eres el espíritu totémico del oso

Que marca su camino con la zarpa,

 

Eres la savia del roble majestuoso

Que da una bienvenida milenaria al alba,

Y en la azulidad del océano inmensa

Eres verde intensa; eres un alga.

 

Es por eso que te amo, es por eso que te llamo

Verde, eterna, siempreviva

Esmeralda.

 

- Elohim Flores.

07/20

jueves, 24 de septiembre de 2020

Bajo la Luna

La vi bajo la luna,

Meciéndose bajo su mirada fría.

Ella y la pálida luz eran una.

 

Me miró con sus ojos de oro,

Y yo, presa de su cacería,

Avaricié tan valioso tesoro.

 

Derribado fui sin aviso

Por la influencia de su hechicería.

 

Encarcelado yazco todavía

Entre los barrotes de su maleficio… 

 

Y héte aquí que ha llegado el día

En el que reluctante lo admitiría:

 

Nunca creí que me deleitaría

Con este maravilloso suplicio.

 

- Elohim Flores.

07/20

miércoles, 23 de septiembre de 2020

[Dimensiones]

La visión era conocida.

Día tras día, un sendero tan largo para abarcar un millar de pasos y tan ancho como para sentirse el despojo de una litariega a la deriva, albergaba su inerte caminata.

El ambiente era el mismo.

Ida, retorno, o ambos en un recorrido carente de sentido, transcurrían en una eterna pista de grises gravillas cercada con ocres hileras de moribundos y despeinados sauces.

Día tras día, el tiempo transcurría y la brisa acarreaba inentendibles zumbidos, llevando las burlas de recuerdos que, ensordecedores, se negaban a enmudecer en el rincón de las memorias reprimidas.

Otro día, las pardas hojas con adusto semblante y casi yermas de vida, chirriaban sus últimos hálitos bajo sus pisadas como si se negasen al estigio rumbo, cubriendo la senda con otoñales salpicaduras seneras.

Mas un día, descubrió que las dimensiones de aquel sendero se ampliaron, y aquella inerte e interminable caminata millarsobre grises gravas, desapareció. Había hecho un trueque con Bruselas y agasajó para sí uno de sus coloridos tapices que,bañados con risueña alba, reflejó en el rocío de los célibesbotones e hizo emerger los aromas ausentes del ayer.

Un céfiro renovado rehízo la partitura.

Ahora sólo componía ecos esperanzados de un camino lleno de expectativas que conducían a un destino, si bien incierto, ahogado en sueños despiertos.

Era el mismo sendero, mas la visión se había expandido.

Las dimensiones que anteriormente alcanzaban sus ojos, ciegos de anhelos, era lo que percibía de una caminata larga y austera de desencantos, un caleidoscopio invernal mimetizado por lóbregas elucubraciones.

La alborada acarició su vista y ahuyentó las umbrías instigadoras, y desde ahí hasta más allá de donde laaurora alcanzaba,encontró vestigios de familiaridad.

Sesgando el manto resplandeciente, reconoció entonces que sus ojos podían transmitirle otros enfoques del mismo lugar y, aunque con renuencia, percibió otros matices.

Sobre sí, descubrió un mar de espumosas nubes moteadas de un cardumen de coloridas aves que, levantando sus emplumadas velas, navegaron el océano superior.

A su alrededor, las hojas cobraron vida en un abanico cromático que danzaban con el silbido del viento, desplegando doseles aromáticos.

Y cuando, con incredulidad pensó estar en un lugar bendecido por los deleites oníricos, unas extensiones gentiles envolvieron sus dedos, conduciéndolos en una caminata cuyo destino era alzar vuelo.

- Banneza Alejo.

martes, 22 de septiembre de 2020

Ambrosía

 

Añoro con furor


Admirar

El resplandor 

Argentado

De tu sonrisa,


Observar

El candor

Azogado

De la brisa

Que tus cabellos 

Acaricia,


Aceptar

El calor

Anhelado

De tus caricias


Y palpar

El temblor

De tus labios;

Inigualable delicia.


- Elohim Flores.

07/20