martes, 31 de diciembre de 2024

[Pensando en ti]

Como un meteoro que en raudo vuelo
Pasa, de lumbre bañando el cielo,
Ante mis ojos apareciste
Por primera vez, niña gentil...
Y al alejarte, quedéme, triste,
Pensando en ti.
 
Vi la sonrisa del sol naciente;
Vi sus reflejos en Occidente,
Cuando reclina la sien, rendido,
Sobre cojines de oro y zafir...
Y ambas escenas me han sorprendido
Pensando en ti.
 
¡Ah! No es de ahora que por ti el alma
De amor henchida, perdió su calma;
Que allá en mis sueños, antes de verte.
Ya te adoraba mi alma feliz;
Y así vivía, sin conocerte,
Pensando en ti.
 
Sí; te recuerdo desque era niño;
Tú eras el ángel de alas de armiño
Que me anunciaba la madre mía
Cuando en sus brazos me iba a dormir.
Y sin saberlo, me adormecía
Pensando en ti.
 
¡Ah! Si entre zarzas, oculta y fría,
Junto a una tumba pasas un día,
Y en ella miras mi nombre escrito,
Di que mi alma, niña gentil,
Tendió sus alas al infinito
Pensando en ti.

- Juan Antonio Pérez-Bonalde

lunes, 30 de diciembre de 2024

Cristales, Pt. 3


Tras los cristales agotados
Del espejo del alma
Aguarda incólume y paciente
Un portal hacia ultramar.

- Elohim Flores.

domingo, 29 de diciembre de 2024

Cenizas, Pt. 4


Cuando la vida se extinga.
Derretiré con tus llamas.
El hielo del invierno.

- Elohim Flores.

viernes, 27 de diciembre de 2024

[Mi Deseo]


Si sois feliz, si en el cielo
De vuestra vida, señora,
Brilla la fúlgida aurora
Del supremo bienestar;
Si las que nacen, risueñas
Flores de ventura y calma
En los jardines del alma
Embalsaman vuestro hogar;
 
Si sois la excepción dichosa
De este mundo en el declive,
En que muriendo se vive
Y se muere en el dolor;
Si a la luz de la esperanza,
Libre de afanes prolijos,
Vivís entre vuestros hijos
Al aliento del amor;
 
Que ese astro resplandeciente
Que hoy alumbra vuestro cielo,
Jamás se oculte en el velo
De la tiniebla fatal,
Y a sus dorados reflejos
Miréis, en plácida calma,
Eterna en cielos y alma,
La estación primaveral.
 
Mas si el contrario, cumpliendo
La ley del mortal quebranto,
Pagáis tributo de llanto
En las aras del pesar;
Si sufrís la pena aguda
De un alma altiva e inquieta
Que la desgracia sujeta
Al querer rauda volar…
 
Si la pérdida os aflige,
De las horas dulces que pasaron
Y en vos, punzante, dejaron
El recuerdo nada más,
Como deja, al verse libre,
Entre los dedos de un niño,
Sus galas de oro y armiño
La mariposa fugaz;
 
Si sois, por desdicha, uno
De esos seres desgraciados
Que callan desesperados
La muerte de su ilusión…,
De aquellos que entre sonrisas
Llevan oculta la pena,
Mostrando la faz serena
Y rasgando el corazón…
 
Entonces solo os deseo
Lo que en vos, señora, abunda:
Una esperanza profunda
Y valor para sufrir;
Valor, sí; ¡valor y calma!
Fe suprema y alma fuerte
Para luchar con la suerte
Hasta vencer o morir…!
 
¡Luchar…! Ese es el destino
De las almas poderosas,
Cual la vuestra generosas
Y ricas de juventud…
Luchad, sí, que para ello
Tenéis en el alma aliento,
En la cabeza talento,
Y en el corazón virtud.
 
Luchad, que el triunfo os sonríe,
Y tras el triunfo del alma,
De la paz la verde palma
Coronará vuestra sien;
Y si acaso de las suerte
Caéis al golpe tremendo,
No os importe: así cayendo,
Habréis triunfado también.

- Juan Antonio Pérez-Bonalde.

jueves, 26 de diciembre de 2024

La Boca del Lobo, la Garganta de la Serpiente


La boca del lobo,
Donde sube la pendiente
Entre cascadas de lodo,
Entre colmillos y dientes.
 
La garganta de la serpiente,
Donde el acantilado
Escarpado
Conduce a la muerte.
 
En la tierra de la sierpe,
Donde te abandona la suerte,
Donde las plegarias se desvanecen
Y desaparecen
Los destellos de la luna,
Donde las ánimas deambulan,
Donde las sombras se escabullen
Y las esperanzas huyen
De tus manos.
 
En la tierra de los profanos,
Donde los despiadados rugen
Y los ojos de las bestias refulgen,
Donde los desamparados lloran,
Donde las lágrimas se evaporan.
 
En la tierra
De la niebla
Y de los engaños,
De los alaridos inhumanos
Y del dolor,
Donde el eco de los aullidos
Cacofónicos
Y el resquemor
Erizan tus sentidos,
Y los agónicos
Gemidos
De los espíritus errantes
Serán tus únicos
Acompañantes;
Evidencia de tu error.
 
Miras a tu alrededor
Y tus esperanzas perecen;
Las carcazas
De las presas
Abatidas te estremecen
Y su hedor
No te miente:
 
Es la boca del lobo, la garganta de la serpiente,
Donde sientes
El terror.

- Elohim Flores

jueves, 19 de diciembre de 2024

Litaneia


Escucha mi letanía
De dedos entumidos
Y de luceros aún dormidos,
De ojos borrascosos,
Con la mirada
Extraviada
En la lejanía.
 
Escucha mi letanía
De aquellos grises días
De soledad
Y de neblina,
De oscuridad
Y de llovizna fina,
De la Montaña Mágica
Y de la historia trágica
Sobre cazadores extraviados
En los bosques ataviados
Por las nubes que caen
En picado
Y que consigo traen
Su melancolía.
 
Escucha la letanía
De una triste sonrisa fría,
Del silencio del eco
En la cima del mundo, y del seco
Dolor glacial que los huesos hiela,
Del aullido que llega
Con el gélido viento
Del tiempo,
Del águila que vuela
Entre la niebla escarchada,
Y de la luna que rueda
Plateada,
En la noche estrellada,
Encantada…
Vacía.
 
Con una estrella fugaz
Que espía,
Con el aroma
De la hierba montaraz
Y un ave nocturna
Que asoma
Entre la bruma…
Con el espíritu invernal
Como testigo presencial,
Con tu aliento
Formulando volutas en el viento,
Y tu mirada
Reflejada
En la mía…
 
¿Escucharás mi letanía?

- Elohim Flores.