La turbulencia y la violencia
De la tempestad en mi cabeza
Destrózanme sin tregua,
Arremeten con fiereza,
Y la tormenta nunca mengua.
Con acérrima inclemencia
Los relámpagos arrecian;
El diluvio se acrecienta,
Inundando mi existencia.
Apesadumbrado me estremezco
Rodeado de desechos;
Prisionero entre despojos;
Remanentes lastimosos
De mi lívido reposo.
Me aferro a los jirones
De mi suerte maltratada,
Ocultando las lesiones
De una mente quebrantada,
Y entretanto sólo puedo
Ocultarme de este miedo
Bajo el triste desconsuelo
De imperecederos sueños;
Me repito sin parar
Esta mentira incondicional:
Esta mentira incondicional:
De que habré de alcanzar
La añorada paz mental,
Cuando merme todo el mal
E interrumpa su acechanza;
Cuando nazca la esperanza
En el día en que, al llegar,
Finalmente pueda ya,
Finalmente pueda ya,
Para siempre descansar.
- Elohim Flores.

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