lunes, 23 de enero de 2017

Bergamota


Paseo solitario en un jardín
Lleno de sendas enrevesadas;
Intrincados pasajes
Entretejidos.
Deambulo sin cesar
En las entrañas de este
Laberinto
Florido,
Atraído
Por la esencia verdilocuente
De un fragante matorral
Invisible a mi vista
Que despide sus perfumadas
Partículas herbáceas
A la deriva del extravío.
Inhalo,
Devengo en el yo
De los segundos postreros
En este minuto
Diminuto.
La brújula en mi alma
Se desata
Cual reloj sin cordel.
Apunto hacia el norte,
Giro hacia el sur.
Degusto el perfume
De las pequeñas esporas
Que afloran
En mi hechizado sentido
Y me arrojo hacia el suelo
Mullido
Imbuido
Por ellas.
Ni norte, ni sur;
Apunto hacia el cielo--
Cansado de andar
Me inclino al vuelo.
Comprendo
Que ni hoy
Ni mañana
(Lo mismo que ayer)
Estará de más
Pensar
En volver
A comenzar.
Resoplo un soplido
Y observo, a lo lejos
El complejo
Sistema de redes
Que me retenía
Entre sus paredes
Cual réprobo reo.
Comienzo a entonar
Un canturreo
Y me dispongo a flotar
Sin parar,
Y ni tan siquiera
Considerar
La opción de bajar.
Sin detenerme a pensar
En las consecuencias 
Me decido a tornar
Tranquilamente a soñar
Con el dulce aroma
De la libertad.

- Elohim Flores.

3 comentarios:

  1. La palabra "verdilocuente" no existe, pero me dieron ganas de inventarla para describir a aquellas plantas que se desviven por comunicarnos sus pensamientos a través de su aroma.

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