Un indio de nombre Huascar me sacó excavando de
los Andes y a lomos de una llama a Cuzco me llevó,
me entregó como tributo al emperador de los incas,
para ornato de los nobles y también de su dios.
Atacando a los indios con el fuego y la espada,
el español Francisco, noble conquistador,
cargó sus galeones con barras de oro y plata,
y me envió hacia España, para su gran Señor.
El corsario François que acechaba en las Indias,
tomó y hundió la nave con su tripulación,
y esperando el momento de volver a Bretaña,
en la playa de Santo Domingo me enterró.
Pero el holandés Vrans, bucanero de Hispaniola,
como François, por mi causa furioso disputó;
con sobornos y astucia descubrió su secreto,
y fue a Santo Domingo y me desenterró.
Después Frank de Devonshire, conquistador audaz,
corsario, bucanero y pirata con suerte,
se apoderó de mí y me cargó en su nave,
enviándome a Plymouth donde el viento no es fuerte.
Mas se alzó un huracán, y el bergatín
dio en un escollo y se hundió, ¡qué mala suerte!
Y así yazgo ahora oculto entre conchas y algas,
en el fondo del mar… ¡y tú no puedes verme!
En la jungla se pudren el español y el indio;
el inglés yace conmigo, perdido allá en el fondo,
mató al francés la fiebre; también al holandés.
Y si tratas de encontrarme… ¡también tú serás un tonto!
- Clive King.
Traducción: José Ferrer Aleu.
Si alguien pudiera faciliarme el poema original en inglés, estaría sumamente interesado en que me contactase. Tengo un gran deseo de realizarle una traducción propia a este poema :)
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