Me acerqué al cristal,
Creyendo poder atravesar
El frío umbral
Que éste encarnaba,
Con el fin de eliminar
El trecho que me distanciaba
De la silueta frente a mí.
No fue sino hasta que mis dedos,
Míseros,
Hicieron con los suyos contacto,
Cuando reparé, en el acto,
En esta simple realidad:
Los reflejos
No tenemos permitido
Anhelar
El mundo real.
- Elohim Flores.
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