A Bolívar debemos cuanto somos, cuanto podemos ser, inclusive. Su herencia fue muy grande, y si no hemos sabido conservarla, la culpa es nuestra y no de él. Bolívar sufre bajo tierra, bajo el polvo, cuando perdemos el camino trazado por su mano y nos alejamos de su recuerdo y de su ejemplo.
Busquemos a Bolívar para encontrarnos a nosotros mismos. Busquémoslo de día y por la noche, en los libros, en las calles y los parques. Acerquémonos a su estatua, a su relámpago para pedirle que nos ilumine y nos ayude a renacer, mañana tras mañana.
- Carlos Castro Saavedra.
(Poeta colombiano)
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