Lanzaba un niño inocente,
Con un tubillo de pluma,
Brillantes globos de espuma
Por el aire transparente.
Con un tubillo de pluma,
Brillantes globos de espuma
Por el aire transparente.
De sus galas de topacio,
De púrpura y de zafiro,
Risueño, el lánguido giro
Seguía por el espacio;
Y absorto en las maravillas
De aquel milagro de lumbre,
Hacía la excelsa techumbre
Tendía las manecillas.
Mas, ¡ay! en rápido instante
Los globillos se rompieron,
Y en leves gotas cayeron
Sobre su triste semblante...
Y en leves gotas cayeron
Sobre su triste semblante...
Sonreí con amargura
Al ver su faz abatida,
Y "así, me dije, en la vida
Pasa la humana ventura:
Así, en el aire en que nacen
Nuestras locas ambiciones,
Fallecen las ilusiones,
Y en lágrimas se deshacen!"...
- Juan Antonio Pérez-Bonalde.
No hay comentarios:
Publicar un comentario