viernes, 17 de octubre de 2025

El Amanecer del Inkarri

 Lo ataron a una cruz sin alas,
Negándole el descanso sagrado, sólo fuego y pérdida le fueron cedidos…
“¡Recibe el bautizo o arde vivo!”
Dijo el sacerdote del genocidio.
Cuando ambos caminos matan, ¿cuál elección queda?
Sólo tonalidades diferentes de sus coloniales cadenas.
 
Dividieron sus miembros, se robaron la tierra…
Mientras niños morían en minas de plata con úlceras y gangrenas…
La tinta de su biblia está manchada de sangre y de guerras,
Pero nosotros nos alzaremos como inundaciones de montañas y tormentas de arena.
 
Quinientos años de cruces podridas, 
Y en miasmas
Las "santas" iglesias hoy permanecen sumidas.

“¡Nunca olvidamos!”, aúllan en el Potosí los fantasmas.
El cóndor vuela en círculos bajo el sol rojo sangre...
Inkarri viene, vuestro tiempo se acabó; es demasiado tarde.
 
Las montañas lloran, su sangre fue derramada,
Cada gota de lluvia es una lágrima destilada.
El oro no puede pagar lo que el tiempo acucia,
La tierra sólo despertará con la verdadera justicia
 
Inkarri duerme bajo las piedras,
Su pulso late profundo y se aferra
En los huesos de la gente.
Cuando las estrellas 
Se alineen con la caída de los invasores inclementes,
El Urqukuna… lo dará a luz, en alto la frente.
 
Las campanas de la iglesia se ahogan con el viento de la montaña,
Sus santos dorados ahora se arrastran con el pecado que los empaña.
Los dientes de oro de su rey ahora muerden el lodo,
Mientras el amanecer del Inkarri irrumpe y lo consume todo.
 
Sus manos ahora luchan contra la injusticia…
Sus piernas aún marchan por el mundo…
Su corazón late ruidoso en la justicia…
Su alma renacerá en un segundo.
 
Pensaron que estaba muerto bajo sus botas,
Pero su cabellera 
Se convirtió en las raíces de la cordillera.
Ninguna tumba puede retener lo que de la justicia brota,
La poderosa mano del renacimiento el presente palpa...
¡No puedes enterrar eternamente la semilla de Atahualpa!
 
- Elohim Flores.
05/25
Editado: 10/25

No hay comentarios:

Publicar un comentario