viernes, 18 de diciembre de 2020

1:1

En el principio

Todo era confusión

En mi corazón,

Y plantado en las tierras

De mi alma

Lloraba hacia el cielo

De mi mente…

Pero se hizo la luz

De tu mirada,

Y separó el destello

De tus ojos

De las tinieblas

De los míos.

Tu luz se llamó día

E iluminó mis noches,

Y mis lágrimas se convertían

En cristales de color.

 

Fue el día Primero.

 

Las aguas vertiginosas

Del firmamento;

La lluvia inclemente

De mi destino

Se entremezclaba con las gemas

Que recorrían mis mejillas,

Y amenazantes se tornaban algunas

En gotas salinas de llanto,

Y amenazantes deseaban sustituir

Mi llanto.

Pero separaste la tormenta de las nubes

De la tempestad de mi encierro,

Y te llamaste Cielo,

Y junto a ti la lluvia sonaba

Como el mágico sueño

Del firmamento.

 

Fue el día Segundo.

 

Y la sangre de mis labios

Que en cascada descendía

Cesó su peregrinaje

Por aquellos devastados parajes,

Y aquella tierra desolada

Conoció la humedad que da vida

Con tu boca y sus mares.

Y en cada lánguida herida

Plantaste mil semillas,

Y embebidas con mi carne

Florecieron mil orquídeas

Rubicundas

Como el beso

De aquel día.

 

Fue el día Tercero.

 

El sol de tu sonrisa,

La luna de tu partida,

El sol de tus abrazos,

La luna de tus retinas,

El sol de mil amores,

La luna de mil caricias

Trajeron a mi universo

Día y noche,

Luz

Y versos.

 

Fue el día Cuarto.

 

Los peces de tus arroyos

Poblaron de colores arabescos

Tus playas submarinas.

Las aves de mis corrientes

De aire celestes

Revolotearon, jugueteando con mis deseos.

Y tus peces dorados

Y mis ninfas silvestres

Crecieron, y se reprodujeron.

Y tu océano y mi cielo

Se unieron

En un azul intenso,

Indivisible,

En un azul que fue más que azul;

En un azul que fue luz:

En un radiante aluz.

Y en ocasiones

Mis peces voladores

Y tus martines pescadores

Intercambiaban posiciones.

 

Fue el día Quinto.

 

Y una infinidad de criaturas poblaron

Nuestros sueños,

Y todas juntas pulularon

Sobre nuestros secretos.

Y bajo tu decreto

Se multiplicaron

Las semillas de nuestra ilusión,

Las frutas de nuestra pasión,

Y las flores

Multicolores

Que anunciaron la unión

De los dos.

Y mi jaguar

Y tu lobo glacial

Escalaron juntos el Kilimanjaro

Para jamás regresar.

Y nací,

Y naciste,

Libres para amar.

 

Fue el día Sexto.

 

Y tu creación

Sobre el lienzo

De nuestra atracción

Encontró la perfección

En su inconclusión.

Y el Señor descansó.

 

Fue el día Primero

De nuestro amor.

 

- Elohim Flores.

07/20

1 comentario:

  1. Segunda parte del poema:
    https://lluvia-de-peces.blogspot.com/2020/12/2221-zafiros.html

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