jueves, 17 de diciembre de 2020

[Soneto XVII]

Pensando que el camino iba derecho,

vine a parar en tanta desventura,

que imaginar no puedo, aún con locura,

algo de que esté un rato satisfecho.

 

El ancho campo me parece estrecho;

la noche clara para mí es oscura;

la dulce compañía, amarga y dura,

y duro campo de batalla el lecho.

 

Del sueño, si hay alguno, aquella parte

sola, que es imagen de la muerte,

se aviene con el alma fatigada;

 

En fin que como quiera estoy de arte,

que juzgo ya por hora menos fuerte,

aunque en ella me vi, la que es pasada.

 

- Garcilaso De La Vega.

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