Tu mano se posa sobre el pecho mío
¿Sientes de un rudo golpe la inquietud?
Es que hay adentro un carpintero impío
que labra mi ataúd.
¿Sientes de un rudo golpe la inquietud?
Es que hay adentro un carpintero impío
que labra mi ataúd.
Y no cesa un instante el golpe fiero...
Y en vano intento al sueño recurrir...
¡Acaba, acaba pronto carpintero,
y déjame dormir!
- Heinrich Heine.
(Traducción: Juan Antonio Pérez Bonalde)
No hay comentarios:
Publicar un comentario