—Soy un veneno para tu alma;
Del abrazo del miasma la funesta calma.
Yo soy la toxina de tu ser--
Tu única salida es perecer.
»Soy la polución de tus entrañas,
La ulceración que te carcome con vicio y saña.
Soy la guillotina que te ejecuta
Al extenderse la necrosis con afán;
Yo soy azogue y soy cicuta.
Soy coral y alacrán.
»Soy el virus profano que te desintegra,
La fórmula química de la peste negra.
De la putrefacción soy el amago,
La fórmula química de la peste negra.
De la putrefacción soy el amago,
Del elixir amargo el primer trago;
Soy el brebaje más dulce de la alacena
Que tras un leve sorbo tu vida cercena.
»Soy ácido corrosivo en tus arterias;
Una insaciable y despiadada bacteria--
El pozo séptico en el que caes escéptico.
El pozo séptico en el que caes escéptico.
Soy la gangrena, la ponzoña; yo soy la hiel.
Soy las llagas, los estigmas-- soy la lepra en tu
piel.
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Escucha estos decretos, pues no miente
La sierpe viciosa que se enrosca en tu mente.
Mientras te retuerces de dolor te observa
sonriente...
Incapaz de extraer el veneno aunque la mordida
sea reciente,
Cada estertor que escapa de tu alma es un aliciente
Que sólo alimenta su voraz corrupción creciente.
Que sólo alimenta su voraz corrupción creciente.
Al oír rechinar el llamado de la muerte
impaciente,
Sin bajar la guardia prepara tu arsenal, inclemente...
Sin bajar la guardia prepara tu arsenal, inclemente...
No permitas que tome control de ti la piedad ferviente.
Recuerda estas palabras-- no gires la manija;
detente:
Después de todo,
¿Vale la pena salvar a una serpiente?
- Elohim Flores.
02-05/16
Editado: 06/16
02-05/16
Editado: 06/16
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